
Ingredientes para 4 personas:
– 3 cebollas y 3 chalotas (600gr aproximadamente)
– 1 diente de ajo (sin el corazón)
– 1.5L de caldo de pollo o verduras (o 1.5L de agua y una pastilla de caldo de pollo/verduras)
– 2 CS de harina de arroz (o la que tengamos)
– 50gr de aceite de oliva intenso (ó 25gr aceite +25gr de mantequilla)*
– 100ml (1 vasito o 1 chorrito) de vino blanco o de Jerez (recomendable)
– sal al gusto (opcional)
– 1 ramillete de tomillo fresco y pimienta negra (recomendable)
– 4 huevos (opcional)
Opcional pero recomendable: Rebanadas de pan tostado con queso gruyere.
Buenos días! Arrancamos la semana con frío y lluvias, y es de esos días en qué apetece algo caliente. Así que vamos de viaje para trasladarnos a Francia!
La sopa de cebolla es un clásico de la cocina francesa tradicional, que hoy os traemos en su versión más ortodoxa, con cebollas caramelizadas con aceite y/o mantequilla y cocinadas con caldo a fuego lento. Ésta es una opción sencilla, deliciosa, depurativa y se va haciendo sola mientras nos tomamos un “relaxing cup of café con leche” o una buena buena taza de té.
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Preparación tradicional:
Pelamos y cortamos la cebolla y el ajo a láminas finas, lo más troceado posible. Si sois de los que lloráis en un momento, poneros las gafas de buceo y a cortar sin miedo!
Una vez troceadas lo pochamos en una cazuela con el aceite o mantequilla, la mezcla de ambas cosas da muy buen sabor, así que si podéis mejor hacer mitad de aceite y mitad de mantequilla, la cual puede ser baja en grasas. A la vez añadimos sal y pimienta negra y vamos removiendo. Lo más importante de este paso es hacerlo a fuego muy lento, ya que queremos que la cebolla libere todo su jugo.
Espolvoreamos la harina y removemos bien para hacer el roux, que quede bien cocida ya que cruda da mal sabor. Tiene que dorarse la harina pero no quemarse ya que así nos dará amargor, por eso es imprescindible mantener el fuego bajo.
Le añadimos en chorrito de vino o coñac y dejamos que se evapore.
A continuación vertemos el caldo en la olla/cazuela. Si en lugar de caldo añadimos agua, recordad mezclar la pastilla de caldo con el agua previamente para que así ya esté empapada de sabor. Lo dejamos cocinar a fuego lento durante unos 30 minutos, aunque como más tiempo lo dejemos, mejor sabor! Durante la cocción le podemos añadir el ramillete de tomillo que le dará un toque genial.
Preparación con Thermomix- TM31:
Introduce en el vaso de la Thermomix las cebollas peladas y el ajo, y trocea 5 segundos a velocidad 4. Baja con la ayuda de la espátula los restos del vaso hacia las cuchillas.
Le añades la mantequilla, o bien la mezcla de aceite y mantequilla y programa 15 minutos a temperatura varoma, velocidad cuchara.
Añádele la harina y remueve unos 10 segundos a velocidad 1, ya que con el mismo calor se cocerá perfectamente. Vierte el chorrito de coñac o vino y programáis unos 3 minutos, 100º y velocidad 1 (sin cubilete) para que se evapore el alcohol.
A continuación vertemos el caldo o el agua con la pastilla de caldo disuelta, sal, pimienta, tomillo, y cocinamos durante 60 minutos a 100º, velocidad cuchara. Puede estar menos tiempo, pero del mismo modo que de la forma tradicional, cuanto más tiempo, más sabor!
Emplatado para ambos casos:
Para terminar solo nos falta tostar las rebanadas de pan.
Añadimos un huevo en cada bol de forma individual, y servimos la sopa bien caliente, para que el huevo se cocine con el mismo calor. También se puede servir la sopa y añadirle el huevo.
Finalmente, añadimos la rebanada de pan con el queso gruyere por encima. Y si lo deseamos, gratinamos al horno a 180-200grados durante 10minutos, el tiempo necesario para que se gratine el queso. De este modo también termina de cocerse el huevo, así que más que una recomendación sería obligación jeje.
Y ya podemos servir! Que aproveche 😀
NOTAS:
*La mezcla de mantequilla y aceite dará más sabor, pero podéis escoger lo que más os apetezca. Hay cosas de las que podemos prescindir aunque cuanto más cosas le añadimos más sabores tendrá, y el toque del huevo y la rebanada de pan con queso le da un distintivo típico francés.